El día martes 9 de octubre tuvimos nuestra primera salida a terreno del taller de Expresión Gráfica.
En esta hablamos de la importancia de conectarnos con nuestras herramientas y el entorno mismo.
Aunque el profe se esforzó en hacer la experiencia grata para todos a mi en lo personal no me gusto mucho. Llevar las croqueras del taller a una playa donde no hay donde sentarse ni apoyarse fue muy incomodo, sin contar el hecho de que trabajamos con tinta china lo cual fue peor ya que por el viento que hacia en la mañana fue casi imposible que las hojas no se mancharan (un desperdicio de hojas caras y tinta). Lo otro fue el clima, demasiado frió en la mañana y demasiado calor en la tarde, ¡algunas compañeras se insolaron!. Prefiero mil veces estar en una sala de clases que volver a trabajar allí.
Un punto a favor fue el paisaje, me gusta la playa para admirar y relajarme, no para trabajar. Ni siquiera pude hacer algo decente porque estaba demasiado incomoda, no podía encontrar una posición donde me sintiera plena para dibujar.
Siendo sincera la experiencia me dejo mucho que desear, pudo ser mil veces mejor si nos hubieran hecho llevar otra croquera u otro tipo de materiales para trabajar, y se que la intención del profe fue buena, quiso darnos una primera salida a terreno de la que pudiéramos hablar emocionados en nuestros blogs, pero para mi no hay casi nada bueno de lo que hablar.
Suena pesado y todo pero es mi verdad y no quiero mentir aquí con algo que de verdad me incomodó.
Dejare aquí algo de lo que pude trabajar y lo único que me gusto de lo que realice allí:
Las únicas fotos que saqué:
Lo único bueno del día es que pude estar con mis amigas <3.
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